martes, 18 de agosto de 2009

No hay más llanto
No lloras
Aunque quisieras
Te apagaron las ciegas
No hay ánimo, ni sonrisa
Ni lagrimas
El gris
El insensible gris
Cada vez más constante
Te cortas
Sangras y sigues sin llorar
Eres ya una mujer
Otro cambio más
Y no te puedes alejar de su vida social
No es buscar el sueño
Ahora “sobrevive mientras lo buscas”
Se comieron el sentir
¿Quién eres?
¿De dónde vienes?
¿A dónde vas?
Mujer de ojos apagados
14 –Ago – 09

Los recuerdos pequeños, esos diminutos, casi imperceptibles, lo que se mueren rápido; están todos o casi todos, hechos papel y tinta, hechos materia. Ahí están, así se quedaran. Es la necia enfermedad de reforzar los hilos que van por detrás, de no olvidar.
No hay mucho presente; no queda otra que voltear.
Ya llegan, ya llegaran, los nuevos, los pequeños niños a más hojas, a muchas más libretas.
Algunos preferimos vivir así, invadidos de recuerdos para no permitirle a la soledad que se instale.
Tú y tú, búsquense, seguro en alguna línea se encontrarán; descubran como los pude mirar.
Una vida, mi vida en papel.

FIN

14 – Ago - 09

Cuéntame las penas
Ve despacio y una a una
Que no te falten
Llego la balsa
Hace frio pero no hay llantos
Ahí están, los dos, mirándome
No me despedí
Pero ya no hay tiempo
Suenan violines, chelos y un piano
Sí, es el adiós
Lo que falto ya no importa
Todo lo hecho bien guardado va
No olviden prender una vela
Tampoco agua, se que tendré sed
Gracias

Por hoy Gano

13 – Ago - 09

Por hoy
Me duermo ya
A la cama derrotada
Me venció
Que me trague toda
Mañana me escupirá
Hecha trisas
Al piso
Pero me votara
Regenerare
¿Cómo? No lo sé
Caminare
El mundo gano hoy
Ya he podido con más
Sangre, Humo, Sal, Agua
Todo para ti
Para poder sobrevivir
Descansemos ya
En los sueños no me pueden alcanzar
10 – Ago - 09

La profecía viven en mi boca
Se alimenta de mi pensamiento
Proviene de mi instinto
Se expulsa por mi deseo
Corre hasta el destino
Se copia de mi credo
Se relaja en mi sueño
Traspasa el tiempo
Se regenera en mi subconsciente
De Profeta el alma y palabra tengo.

Carta Historial

10-ago-09

Un trabajo fino y elegante
Así matamos
De esa manera nos conducimos
El estilo es lo que jamás se debe perder
Cementerio de deveníos
Por placer
Por la necesidad Maldita
No hay victima innecesaria
Del purgatorio salimos
La pecaminosa Maldad nos une
Entes sexuales y perversos
Es la Sangre nuestro único alimento
La Sangre del espíritu
Esa que no tiene forma, ni color
Cazadores por asignación
Libidinosos por elección
Somos los que caminan solos
Los de la mirada incisiva
Hijos del Señor Mal
Miembros del Club de los Malditos

PEQUEÑOS AGOSTOS

8 – Ago - 09
Me escurro por el ombligo
Gota tras gota
A la costilla
Al sexo
Me diluyo en esta cama
Pasivamente
Espiral hacia adentro de nada



La lluvia artificial
Entre el metal y el plástico
Y recordamos la emotividad
Te congelas
Te duele el sexo
Ésta soledad te está acabando




Hoy estoy seria
Tranquila y mesurada
Medio apagada
O a media luz
Y no hablo
Y no hago gesto
Apenas y escucho
Estoy… No, no estoy
Mi lluvia vespertina
Los labios atados de hilo rojo

sábado, 8 de agosto de 2009

Llegaste
Tan fugaz como te marchaste
Y en ese amistoso beso en la mejilla que diste al saludarme me sembraste por debajo de la piel la intriga.
Me decías –“Siento que no debo estar aquí”-, debajo de la Luna, debajo del frio, en esa obscura y carcomida azotea; mientras, yo, ansiosa, me enterraba las uñas deteniendo el sincero pensamiento que me guerreaba dentro por escaparse, escaparse a ti, a tu boca, a tus oídos; quería gritarte –“Estás aquí para mi, para ser yo de ti”-. Pero me gano la cordura y me cancero la acida intriga.
Tú, tan mágicamente inocente, tan liviano y confundido. Ya estás lejos y a cada Luna más me devora las entrañas ese cáncer que dejaste

viernes, 7 de agosto de 2009

Buenas Noches

Mis dedos huelen a sexo
A soledad misma
El orgasmo en las uñas
La experiencia sexual
La misma habitación vacia
Le hago el amor al fantasma
Fornico con el Sr. Mal
El silencio abrazador
El mismo descontento
La misma tristeza y cansancio
Todo de la mano
Tan breve que ya se marcho
Todos dicen que te quieren
Ya que se marcharon
La bendita espera
Con el viento charlar
Esa estrella parpadeante en la cortina
¿Qué hay al otro lado del silencio?

Las ultimas

Me dijo –No puedo
Y se me murió
Se me murió en las manos
En las lágrimas
Diluyo su cuerpo, su alma
Se me escapo a la eterna noche
Le grite a lenguas hirviente
-No te vayas-
Y me dejo
Cómo sombra
En las sombras
Escurriéndome por las paredes
Ya no está
Al irse, me fui
Le dije
-Despierta-
Y no despertó.